Ante un jurado de doce ciudadanos prosiguió la narración de distintos aspectos que rodearon al crimen de Marta Zabalegui (68), la partera asesinada a golpes en su departamento céntrico durante un robo.
La segunda jornada del juicio por jurados que se le sigue a tres hombres por el asesinato de la portera Marta Zabalegui (68) se desarrolló este martes con la declaración de algunos testigos que permitieron reforzar la reconstrucción del hecho ocurrido en el año 2019.
Los tres acusados Carlos Juárez (51), Marcelo “El Tucumano” Santillán (51) y Carlos Oña (52) se mantuvieron sin ningún tipo de intervención desde las 9 de la mañana hasta casi las 17 cuando finalizó una actividad que incluyó el relato de varias personas con roles secundarios en la historia central del crimen.
Uno de los testigos más importantes fue el dueño del departamento, ubicado en el mismo edificio en donde ocurrió el asesinato, que lo alquiló a Juárez. Dijo que se trataba de una persona que le había extendido cheques falsos y que encima lo había subalquilado. Vale recordar que Juárez, considerado por el fiscal Leandro Arévalo, como el ideólogo del asalto a Zabalegui que acabó en su asesinato, había rentado por unos pocos días el departamento ubicado en el sexto piso. Por esa razón conoció a Zabalegui, intentó ganarse su confianza y obtuvo la información de que ella tenía dólares en su casa.
Un policía que trabajó en torno a las primeras actuaciones tras ser hallado el cuerpo de la portera aportó sus datos para que los 12 integrantes del jurado pudieran tener una idea más precisos de esos momentos iniciales de la investigación.
Zabalegui fue asesinada a golpes el 6 de noviembre de 2019 en su departamento de Bolívar al 2300. El ataque se produjo durante un asalto del que, sin dudas, participó Santillán. Esta certeza tiene su explicación en que debajo de las uñas de la mujer se encontró material genético de quien lleva el apodo de “El Tucumano”. Eso lo coloca no solo en la escena del crimen sino también en la secuencia de acciones defensivas de la víctima.
Juárez y Oña tienen distinto grado de participación, ya que se cree que el primero ingresó en el departamento al ser el único conocido de la mujer aunque se supo que con el correr de los días Zabalegui había empezado a desconfiar de él. “Mi mamá le tenía miedo a Juárez”, dijo la hija de la portera en la primera jornada del juicio.
El fiscal Arévalo solicitó incorporar por lectura las declaraciones de dos testigos ya fallecidos. Sobre uno de ellos tenía especial interés, ya que era un hombre que había contado sobre amenazas recibidas de parte de Juárez. Sin embargo, por pedido de las defensas el juez Riquert lo rechazó.
Para la jornada de este miércoles se espera la declaración de algunos peritos, de la médica que realizó la autopsia, de policías del Gabinete de Homicidios de la DDI Mar del Plata y en particular se definirá si el especialista genético se presentará ante los jurados o solamente se leerán sus conclusiones.
El juicio por jurados contra los tres hombres parte de una acusación de homicidio en ocasión de robo, aunque con la particularidad que ya la Justicia, en una instancia anterior se había pronunciado a favor de una figura más grave como es el homicidio criminis causa, que contempla la pena de prisión perpetua. Se cree que el fiscal Arévalo se mantendrá en la línea de acusación del homicidio en ocasión de robo.